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24 de septiembre de 2012

Quisquillas

Quisquilla: Reparo o dificultad menuda, pequeñez (RAE)

"Les conozco de toda la vida pero ahora estoy empezando a conocerles mejor y hay cosas que me ponen un poco nervioso"... Esto me decía mi hijo en relación a unas amigas, hijas de unos amigos míos, a las que, efectivamente, conoce de toda la vida pero en realidad conocer, conocía poco...
Curiosamente esa misma conversación tenía yo poco antes con otra amiga mía y volví a tener días después con otras amigas.
Sí, efectivamente, ir conociendo en profundidad al otro hace que te vuelvas más quisquilloso. Así me lo decía mi hijo y creo que yo no hubiera encontrado ninguna palabra que lo defina mejor.

Un día actitudes, gestos, pequeñas manías, cosas que hasta el momento te habían pasado desapercibidas cobran importancia, incluso cosas que podían parecerte graciosas pueden pasar a molestarte dependiendo de la frecuencia con la que las tengas que compartir.
Esas pequeñas cosas, esas quisquillas, pueden llegar a resultar muy enervantes y más si uno pretende que el otro deje de hacerlas, que el otro cambie. 

Después de darle algunas vueltas he llegado a la conclusión de que uno no puede pretender que el otro cambie por que a ti te molesta.
No es que crea que no se puede cambiar, que cada uno es como es y que no se pueden tener según que expectativas...
Sí, por supuesto que se puede cambiar, se puede y se debe cambiar siempre que uno quiera y trabaje ese cambio pero francamente creo que la manera más inteligente y beneficiosa de actuar es trabajar para que las quisquillas del otro no te molesten.
¿Cómo? Transigencia, flexibilidad, empatía... preciosos conceptos.
Igual de preciosos que de teóricos, a la práctica... o los practicas o te alejas, pero no traspases tu problema al otro.
...Seguro que uno tiene también infinidad de quisquillas con las que otros tendrán que lidiar.

Al menos, si de algo estoy segura, es que es mucho más saludable.

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